lunes, 9 de marzo de 2015

Del poema PUERTO DE LOS SUEÑOS (tiempos azules)

Encuentro en mi camino
a mi jesuita amigo,
Juan, que viene
de lejos, de muy lejos
de mis dieciséis años
con su libro en la mano.
Hijo de Cederström
que parió su pincel
en los años lejanos.
Lo desperté una vez
de su vieja pared
nacida en otro mar,
y lo llevé conmigo
para cuidar castillos.
Y mira, mira, y mira,
mirará eternamente
a ese follaje verde
      detrás de una ventana,
      que Dios le ha regalado
      en su dulce descanso
      y en cueva silenciosa.
      Y seguirá mirando
      hacia ese sol lejano,
      y a ese rayo de sol,
      que ilumina su asiento
      eterno y solitario,
      en que nunca tal vez
      descansará sentado.

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