viernes, 27 de mayo de 2016

Agradezco al Diario Clarín, haber publicado la verdad de mi información, sobre la intervención Argentina a favor de Alemania, en la segunda Guerra Mundial. Yo tuve que participar en esto siendo químico y oficial primero, profesional militar en La Dirección General de Fabricaciones Militares y en la fabricación de balas de 75 mm. que se utilizaban por primera vez en la carlinga movible de los aviones alemanes, que fueron los primeros en inventar los disparos a través de las hélices. La fábrica pertenecía al rey de las municiones, Fritz Mandel. Un túnel de 150 mts. se utilizaba como prueba de calidad. Ramón S. Castillo presidente del país y el General Perón, es decir el ejercito ambos de acuerdo. Carlos Gesell, "quinta columna", en complicidad con alemanes de Buenos Aires, uno de ellos dueño del restaurante El Roble. La comunicación se efectuaba con radiotransmisores que se fabricaban en el país por otro alemán Rodolfo Engster, que después de la guerra puso un hotel en Villa Gesell llamado La antena. Como radio aficionado, utilicé en los veranos para emergencias siendo yo perteneciente a la Red de Emergencia Nacional. Utilizaba un aparato de Rodolfo Engster que todavía existe en mi departamento de Villa Gesell. Podría escribir un libro de todo esto, y tal vez, recién Inglaterra se enteraría donde se fabricaban las balas. Todas las maquinarias tuvimos que controlar su desarme con varios compañeros de trabajo, entre ellos Miguel Ángel Ruveda, que luego fue director de la escuela Kennedy. Las maquinarias fueron trasladadas a Río Tercero, y yo no acepté mi traslado, renunciando a mi cargo.


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